miércoles, 30 de abril de 2008

Obsesiones actuales

Tres asuntos se agitan en mi cabeza por estos días.
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La vejez.
Estoy más viejo y me le nota. No hay caso. Aunque tenga alma de niño, igual nomas cada día que pasa me parezco más al pascuero (por no nombrar a Munrra). El otro día me encontré con una colega que le dió por tratarme de usted. No una cabrita con jumper pidiéndote la hora, no una novata con olor a vinagre pidiendo plata para que le devuelvan sus zapatos, sino que una C_O_L_E_G_A. Más joven, claro, pero salida de la universidad hace un rato y trabajando en lo mismo que yo. La muy perla me consideraba un señor. Juro que estuve a punto de cachetearla por falta de respeto, pero que ridículo me vería diciéndole que me tuteara. Sería como ratificar mi vejez o peor aun, sonaría como a solterona exigiendo el ita.
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Aunque no quiera me da un poco de terror el asunto. Una vez me encontré con un compañero del colegio que no veía hace como mil años, y mientras conversábamos y me lateaba con su vida, yo empece a encontrar que se parecía a alguien. Era raro, porque ya no era la misma cara del colegio, sino que tenía un dejo distinto, como una caída diferente. Por más que lo miré, no pude cachar en ese momento a quién me recordaba. Finalmente, me despedí sin captar mucho de lo que me había hablado, y solo como a la semana después, me cayó la teja del mismo modo que surgen las inspiraciones de origen divino y comprendí que me había acordado de su papá. El ahora se veía como se veía su viejo cuando estábamos en el colegio. Jevi. Y me aterré, porque los mismos años podrían haber hecho lo mismo conmigo, y me imagine gordo, canoso, con doble pera y arrugado, y tuve que partir a verme a un espejo, porque se me aceleró el corazón, porque creí que me veía viejísimo, y casi tuve una crisis de pánico, y si no fuera por que había un baño cerca, me hubiera dado una crisis de pánico. Al final, no me parecía tanto, seguía con mi misma cara de todos los días. Logré engañarme de nuevo con que me veía joven. Hasta claro, me dice UD una colega.
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(Esto último puede que ya lo haya contado. Si me repito, asúmanlo como un signo más de mi vejez)
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El poto.
En realidad, mi poto. O más bien mi poco poto. O su inexistencia. El punto es ¿Cuan distinta puede llegar a ser la vida por tener un poto rico? Qué ganas de haberlo sabido, en cambio, tuve que enfrentar el mundo desde la escasez, mirando y envidiando (y deseando) esos potos gorditos, paraditos que sobresalen lo justo en tu perfil, que sujetan estratégicamente el traje de baño, que le dan confort a tus huesitos cuando te sientas, que pueden ser apretados, besados y mordidos hasta el cansancio, y que al mirarlos te levantan la líbido y dominan tu mirada.
Según D. estoy bien, pero el es amoroso. Y yo carezco de poto.
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La plata.
Este debe ser un factor agitador de cabeza común para el 90% de la población, sino el 100%. Nunca me había pasado que fuera tan pobre. Ahora tengo deudas. Nunca las había tenido antes. Ahora compro todo en cuotas y no pago la tarjeta de una, sino que solo lo que me obligan mensualmente. Me sobregiré y me dio como cargo de conciencia. Lo peor, y vean cuan grave es la situación, es que solo he gastado en la canasta básica, osea, techo, luz, agua y alimentación. Bueno, me fui a Mendoza y me compré un kilo de ropa, y me comí y tomé todo, pero antes eso lo hacía igual y nunca me endeudaba. Ahora, tengo que contar los cigarros que fumo y los tragos que tomo. Mal. Lo peor es que probablemente esta situación dure un par de meses más, así que tendré que aprender a ser buen pobre y aguantarme no más las ganas que me bajan de hacerle un lifting a mi cara o regalarle unos implantes a mis nalgas.
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Qué angustia ¿no?
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Eso
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B.
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PD: Probablemente hay otros temas más importantes y urgentes, como la escasez de alimentos, lo que dijo el TC sobre la PDD, lo que está pasando en salud con la infraestructura hospitalaria, el asunto del cobre, etc. Probablemente. Pero si escribo algo de ellos ni fruta me mandan.

jueves, 17 de abril de 2008

Pensamiento


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Mi vida será solo una anécdota
en la existencia de mis huesos
a menos
claro
me incineren.

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Eso

B.
B.

martes, 8 de abril de 2008

Hombres UDI

Hombres de la UDI. Hombres de la Unión “Democrata” Independiente. Hombres. Suena bien esa palabra. Había pensado ponerles chicos de la UDI, pero suena mejor la otra palabra. Es más madura. Es más potente.
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Han sonado harto esta semana. Han hablado harto, también. Deben andar contentos y celebrando. En fiestas llenas de cruces y rosarios, con el mejor caviar, y con harto golpe en el pecho y rasgadura de vestimentas. Podría ser todo muy erótico, porque son hombres. Pero son de la UDI. Pienso que deben andar felices con su triunfo. Eso les hace bien. Creen en el libre mercado, por lo tanto, son competitivos y el ganar les debe entusiasmar y hasta excitar. Apostaría a que la resolución del TC y la votación en la cámara de diputados algún escozor en el entrepiernas les causó, o al menos una descarga de feromonas que bien podrían haberse olfateado unos con otros. Especulo y fantaseo. Me encantaría pensar que llegaron a sus casas a vaciar este estrés, pero es probable que no. Los días de fertilidad no son muchos, y por otro lado, con tanto cabro, es posible que la inhibición haya ganado. ¡Con lo que cuesta criar! Una temporada en el baño probablemente les bastó. Supongamos que no son tan exigentes, aunque cueste creerlo.
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Pongámonos serios. Primero el recurso que interpusieron ante el tribunal constitucional. Estaban en su derecho, no hay más que objetar al respecto, pero asumamos su actitud como una forma de fundamentalismo extremo que tira por la borda más de 50 años de análisis y trabajo en el tema del control de la natalidad y los derechos reproductivos, oscureciendo lo que la ciencia y la investigación seria han logrado mediante esfuerzo, rigurosidad y paciencia, con un manto de ignorancia religiosa y moralista solo vista en nuestros tiempos en países islámicos. Eso es no entender donde estamos parados. Eso es no empatizar con la realidad de miles de individuos. Eso es no creer en las capacidades personales de decisión y auto determinación. Eso es disponer, obligar y castigar. Eso es dictadura. ¿Son consecuentes y practican lo que predican? Capaz que si, pero no pongo mis manos al fuego por eso. Son hombres.
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Segundo. Acusan a la ministra Provostre. Advierto que no estoy muy enterado de los pormenores técnicos que hacen legítima esta acusación, pero me llama la atención un aspecto de toda esta situación. Responsabilizan políticamente a la ministra de las irregularidades acontecidas en su cartera, a pesar de que la constitución de 1980, su constitución, no les da esa facultad. Chile es un país presidencialista, por lo tanto, las responsabilidades políticas y administrativas son jurisdicción del primer mandatario, en este caso una mujer. Asumen, entonces, su rol como si en ciertos ámbitos se requiriera una mano más dura para controlar. Además, vía distintos medios, enfatizan que no es una persecución judicial ni personal, aún cuando su constitución, insisto en eso, en el artículo 52, les da justamente ese rol. Para ser llamada al congreso y generar toda esta bataola la ministra debería “haber comprometido gravemente el honor o la seguridad de la Nación, por infringir la Constitución o las leyes o haber dejado éstas sin ejecución, y por los delitos de traición, concusión, malversación de fondos públicos y soborno”. Todos causantes de pena, judicialmente hablando. No soy leguleyo, pero algo huele mal en Chago. Los hombres de la UDI no usan las facultades que les atañen, pero se hacen de otras que no les corresponde. ¿No es eso inconstitucional? No soy leguleyo, itero, solo hago mías las palabras de otros que si saben, pero que no han llegado a ser tan titular. ¿De quien serán los medios? Yo solo me pregunto ¿Por qué es esto así? ¿Por que no acusar a la Provoste de la manera que ley les permite? La primera posibilidad es la ignorancia, pero no creo, ese librito de portada azul con letras blancas es el símbolo de su principal mártir, y si han llegado a conversar con el en sueños, bien lo deben de tener en la cabecera de su cama. Así que solidarizo más con la segunda posibilidad. Esto es un tongo. La teoría dice que una acusación dura posiblemente no correría la misma suerte de una acusación blanda, más si no existen los fundamentos para hacerla, y cuando se quiere ganar, porque no olvidemos que son hombres y que aman el libre mercado y la competencia, casi todo vale. Curiosamente, las dos con las que corren son mujeres y eso puede que los estimule todavía más, porque ya sabemos que creen, que para ciertos temas, no pueden pensar.
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En fin, estos tipos son hombres y si pienso como ellos, no me queda otra que imponerles mis puntos de vista, mi moral y mi modo de hacer las cosas. Entonces, los veo tirando como en realidad creo que dios manda, no usando esa sabanilla ridícula que le impide a uno ver el cuerpo del otro, excitándose y fantaseando con la portadora de un buen escote, o quién sabe, con la textura de una pierna de abundante bello. Los veo siendo más consecuentes y tratando de saber que es lo que piensa y siente la gente. Siendo más pluralistas, aceptando las diferencias, o al menos admitiendo que estas existen y que no son enjuiciables cuando te molestan o se distancian de tu forma de pensar.
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Pero no es así, y es posible que en algún momento tomen las riendas del este lugar. ¿Se imaginan? A lo mejor no sea tan peor, ya que como uno es más contestatario que espontáneo, tal vez sea la manera de hacer despertar a tanto ciudadano dormido que anda por ahí. Me incluyo en todo caso. También es de hombres proteger el territorio, aunque solo se demuestre cuando este se vea vulnerado. En fin, pensemos en esta posibilidad no como ciencia ficción, aunque tal vez si como el fin de los tiempos. Amen.
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Eso
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B.