miércoles, 2 de enero de 2008

Tres memorias

Tuve alguna vez un profesor que nos decía que la inmensidad no tiene escala humana y que invariablemente las culturas han tendido a acotarla a espacios que sean alcanzables por nuestra terrenalidad. Ponía como ejemplo un gran ventanal frente al mar que abarcara todo el horizonte, con vista irrestricta a esa línea curva que el ojo no es capaz de ver, pero la mente si de imaginar. “Sería insufrible” decía, “de vivir ahí, perderíamos la razón”. Por eso se instalaban columnas, se cuadriculaban ventanas, se plantaban arboles; solo con el fin de controlar la magnitud de lo inmensurable y, así, evitar que nuestro sistema sensor se mareé y estalle. No sé porque me hizo sentido ahora y no antes. 2007 y 2008, no son sino la continuidad del tiempo acotado en razón del cumplimiento de un ciclo previsible. Sabemos que lo que sigue ahora es el verano y después el invierno y luego nuevamente el verano y otro año más. Puedo decir, sin pensar en lo poco lógico que resulta, que el año pasado fue pésimo y que el que viene va a ser maravilloso, mientras el 2009 queda cubierto por un manto de innecesidad que se irá velando con el transcurso de los meses. El corto plazo nos mantiene en tierra. Lo que me resta de vida se transforma solo en un sueño, y nos podemos dar el gusto de hacer lo que se nos ocurra con el hasta que se corra el último manto y encaremos, finalmente, nuestra finitud. Me gusta tener esa conciencia.

Todos los años en mi colegio, el tercero medio le regala un fondo de escenario al cuarto para su graduación. Generalmente son cuadros de algún artista conocido pintados al látex, tamaño extra large. De Dalí, de De Chirico y de Magritte me acuerdo haber visto. Para cuando yo salí del colegio nos pintaron el Icaro de Matisse. La típica imagen en fondo azul de un cuerpo negro con corazón rojo cayendo desde un estrellado cielo. Es demasiado clásico. La típica postal de todo museo de bellas artes del mundo que se digne de tal. A mi me gusta, aunque es cuestionable que sea la imagen que te acompañe en lo que se supone es tu partida al mundo adulto. Primero, porque Icaro era más bien un niño que al parecer nunca dejó de jugar, y segundo porque el mito habla de los resultados del olvidar nuestra condición humana e intentar de ir más allá. Me suena un poco a advertencia: mantente entre el cielo y el mar, aunque el calor del sol te incite a elevarte; y me suena mucho a profecía: son la peor generación en años, este será seguro su destino. Si es lo primero, que triste vivir en el terror de mantenerse en línea, a la altura justa entre el mar y el calor del sol, entre que se mojen tus plumas y se te derritan tus alas. Si es lo segundo, refresca un poco saber que al menos conoceremos la gracia del sol. No sé, raro.
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“Todos algún día, impajaritablemente y hagan lo que hagan, se encuentran con un ángel. La mayoría no se da cuenta. Sus alas no siempre son visibles, pero las tienen. Yo pude verlas en el contraluz del amanecer, justo al ocaso de su visita. Aunque pudo ser el efecto del sueño, quiero pensar que desplegó sus plumas al momento de partir como una confirmación del milagro que dejó en mí. En cualquier momento te visita el tuyo. Solo espera”. Me dijo una amiga hace mil años, cuando recién estaba entrando en mis años lesos. Era una historia bien bonita, y bien normal. El detalle estaba en ella y su sensibilidad. Creo que hablaba en metáforas, que una persona se transformó en un angel para ella en virtud del regalo que obtuvo, aun cuando el asunto del alismo deja una sensación de realismo, bien mágico hay que decir, pero realismo al fin. Me acordé a propósito de una película que vi. ¿Me habré topado con el mio? Tengo la impresión de que sí. Quiero creer que si. Hay algo con el cariño que depositan en ti, que te modifica y te eleva. The angel´s touch.
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Parece que a veces el exceso de alcohol remueve tus neuronas y deja libres ciertas memorias. Me encantan las mías. Me hacen partir mi acotado año con ganas y un poquito más cerca del sol. ¡Qué lindo que ando hoy!


Gracias por leer y compartir. Los quise.

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Eso

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B.
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PD: No me estoy despidiendo de los blós. Lo de "los quise" es un modismo antiwi, que se me quedó pegado. Aclaro porque ya me hicieron la pregunta y me da una lata espantosa andar repitiendo las cosas. Hace demasiado calor para hacerlo.

9 comentarios:

Juano dijo...

Está bien teatral tu post, eso quiere decir lindo, misterioso, envolvente, un tanto incomprensible, pero lindo.

Siempre serán ángeles, creerlo así, y no será uno, son muchos, algunos se quedan más tiempo y ojalá que el de ahora se quede toda una vida.

Siga lindo

Slds

Conny dijo...

me gusto la sensacion que me dejo este "pós" despues de leerlo,no se por que,pero me gusto.

cuidese y que tenga un muy buen año.


saludos

Julius dijo...

Llevo harto rato pensando qué escribirte y no hay caso; no me sale nada divertido ni inteligente. Así que na nomás. Que están muy lindos tus recuerdos y que son efectivamente inspiradores. Y que el sol es fantástico, es lo que hace que las cosas vivan. Y que hay que vivir y también cercar y delimitar las cosas o te vas perdiendo los detalles. Y que no se si los ángeles existen, pero quizás cada persona de la tierra en un momento es el ángel de otro. O sea que parece que sí existen entonces. Y que choro sería que te salieran alas de repente. Unas bien grandes y blancas. Y que sí estás muy lindo. Lindísimo. Hoy, ayer, el otro día. A lo mejor eres así siempre y no hai cachado de puro leso. Y que una C y una S suenan a veces igual y que te quiero una enormidad. En tiempo record.

JUL.

Unknown dijo...

Siempre interioricé a Ícaro como un hombre...

De hecho, para mí el mito aquel refleja las decisiones que tomamos... aquellas que pueden llevarnos hacer grandes cosas como volar como llevarnos a cosas desastrosas como ya sabes lo que le pasó al tipo aquel...

Las advertencias del mundo están de más, por mucho que te digan lo que viene, harás caso omiso si deseas vivir y ser uno mismo... Como también importa poco lo que te digan si la verdad es que todos aprendemos "a la maleta"

Saludos y Éxito

Don Nikin
PS: Cambié de blog, para que actualice el link

Auf Wiedersehen.

Remus dijo...

Si no hubieras dicho que el cuadro era sobre Icaro, mi lectura de esa pintura sería totalmente distinta. De hecho, yo lo imagino más como El Principito, emprendiendo su viaje hacia la estrellas para reencontrarse con su rosa. Es decir, no cayendo a Tierra, tras el fracaso de su sueño, sino todo lo contrario, emprendiendo el vuelo, sin ataduras.

Abrazo!

Doso dijo...

Que tenga un 2008 Genial!!!

Abrazos
DOSO

Ya no me enganas, descubri tu blog dijo...

Las cotas que define el hombre son la abstracción de los ciclos en la naturaleza. El día y la noche, las estaciones del año. Cada día vuelve a comenzar, cada año vuelve a comenzar. Es interesante el efecto de los ciclos en nuestra mente. Trascendental, diría yo. Cuando has tenido un día terrible, bueno, ya se terminará, dormirás y mañana será otro día, un día nuevo. Cada día recordamos los anteriores, pero también los olvidamos en parte. Se libera parte de ese peso. Y cada día también tenemos la oportunidad de corregir los errores de los días pasados. Y así generación tras generación, y así las especies y la evolución. A veces incluso logramos desdoblarnos e intentamos descubrir el sentido último de toda esa evolución.

Saludos.

Buen 2008.

Unknown dijo...

yo creo que me he topado con varios, hasta tú has sido medio angel también

un abrazo

R. Sebastian Delgado Q. dijo...

que fuerte todo, profundo... bueno de que se da todo eso de loq ue hablas, que se da... lo he vivido.

saludos

S